Belén Gil
Ilustración: Elena Rosa Gil
Esta temida palabra…asociada a un aumento de peso de unos 5-6 kilos, a sofocos y al fin de la etapa fértil de una mujer.
Pues bien, de las tres últimas cosas, solo hay evidencia de una: fin de la etapa fértil. Ni el aumento de peso, ni los sofocos se dan en todas las mujeres, ni tienen evidencia científica. Con esto no queremos decir que no haya algunas ( una inmensa mayoría) que los sufra.
Nosotras nos vamos a centrar en una, la del aumento de peso, y vamos a tratar de explicaros a qué se debe esa media de 5 kilos que se suelen acumular en la zona abdominal.
Sobre los 45 años la mujer entra en la peri menopausia, y rondando los 50 llega a la menopausia en sí misma. Explicado de forma muuuuy resumida, y para entendernos, los causantes de toda la movida son los estrógenos, las hormonas sexuales femeninas que han marcado buena parte de nuestra vida, y que a partir de los 50 nos abandonan de forma considerable y nos dejan con:
- Sequedad en mucosas, que nos puede ocasionar problemas urogenitales
- Sequedad en la piel
- Pérdida de masa ósea
- Alteración de los perfiles lipídicos: menor colesterol HDL y mayor LDL
- Aumento del tejido adiposo
- Alteraciones de la termo regulación (sofocos)
Que no cunda el pánico: no todas las mujeres experimentan estos cambios. Unas los tienen todos…y otras pasan la menopausia sin conocerlos.
Nos centramos en este artículo en uno de esos cambios: aumento del tejido adiposo. Los estrógenos están relacionados con la lipólisis, la degradación de las grasas encargada de cubrir las necesidades energéticas de nuestro organismo. Cuando esta es menos efectiva por el descenso de estrógenos, se puede producir un aumento del tejido adiposo (el michelín de toda la vida, para entendernos…).
Y vosotras diréis: ya, pero es que además, se me acumula toda en la cintura. Bueno, es que además de descender el nivel de estrógenos (recordemos, hormona sexual femenina), en la menopausia aumenta el nivel de andrógenos en nuestro cuerpo (resulta que esta es la hormona sexual masculina…), y ese aumento, nos hace acumular grasa abdominal. ¿Dónde suelen acumular grasa los hombres? En la zona abdominal…a causa, entre otras muchas, de sus hormonas sexuales. Pues bien, a nosotras en este periodo, nos pasa exactamente los mismo.
Peeeero, esto no tiene porqué pasar a lo grande. No puede servir de excusa para ponernos como un tonel, en plan barrilete. Volvemos a insistir en que no le pasa a todas las mujeres, y en que el aumento de peso no debería ser mayor de 5 kilos, en el peor de los casos. La revisión de la literatura científica, hasta el momento, sugiere que la, más que probable, causa del aumento de peso durante la menopausia es la falta de actividad física, es decir, el menor gasto energético.
No nos cansaremos de deciros que es muy necesario realizar ejercicio, el que queráis, el que os divierta, el que sea…pero hacerlo. En esta etapa, además de una buena dieta, hay que moverse. Debemos conservar la masa muscular, y a la vez, mantener en su sitio los niveles de grasa corporal, para evitar composiciones desastrosas en el futuro: olvidaros del peso en sí, es un indicador más…importa que haya un equilibrio entre los diferentes compartimentos de nuestro organismo. De nada sirve tener un índice de masa corporal (IMC) de 22, si tenemos unos niveles de grasa corporal por encima de un 40% y una masa muscular que apenas llega al 20%.
El objetivo debería ser llegar a los 50 con unos buenos hábitos respecto a vuestra alimentación, con un IMC y una composición corporal adecuada…y con una buena rutina de ejercicio. Ahora más que nunca, hay que equilibrar el aporte/gasto energético. Descienden los estrógenos, la lipólisis es menos efectiva…pues ayudo moviéndome más. Y no nos engañemos, con la edad, tendemos a movernos menos, pero mucho menos.
Ahí tenéis al verdadero culpable del aumento de peso en la etapa menopáusica: la inactividad física. No busquéis más culpables. Sí, las hormonas también echan una manita, pero no tanto como nos han hecho creer.
Nuestra recomendación si ya estáis en modo barrilete ON: buscad un buen nutricionista colegiado que os enseñe a comer bien, y acudid a un preparador físico, igualmente colegiado, que os ayude a realizar la rutina de ejercicios que mejor se adapte a vuestra condición física.
Pues no nos queda otra, preparada para ello 💪
Aunque…¿por qué nos van apeteciendo mas los hidratos malos? ¿Por qué somos mas vagas? Yo con 44 y me voy notando unos cambios…
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