Carmen Raya Saavedra
Si te digo la palabra ensalada, ¿que es en lo primero que piensas? Probablemente en lechuga. ¿Me equivoco?
La mayoría de personas no conciben una ensalada sin lechuga, pero la realidad es que podemos preparar un montón de ensaladas distintas sin necesidad de usar este vegetal.
Pero, ¿y que problema hay en usar lechuga para hacer una ensalada? Pues ninguno. El único problema es que si siempre haces la típica ensalada de lechuga, tomate, cebolla te vas a aburrir de comer siempre lo mismo. Pero oye, que si es lo que te gusta adelante.
También he oído por ahí que la lechuga de noche no sienta bien, que provoca hinchazón, que es poco digestible… Dejaros de mitos y chorradas. Si te sienta bien y te gusta, puedes comerla. Si no te sienta bien por lo que sea, te aburre o simplemente te apetece probar cosas nuevas hoy te propongo una ensalada diferente.
Ingredientes:
- Endivia morada
- Rúcula
- Tomate cherry
- Gomasio (semillas de sésamo con sal)
- Tahin (pasta de sesamo)
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Lava bien las endivias, la rúcula y los tomates.
Colócalos en un plato, fuente o bandeja.
En un vasito mezcla dos cucharaditas de tahin con una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Aliña con la mezcla de tahin y aceite asegurandote de que todas las endivias queden aliñadas.
Espolvorea una pizca de gomasio y listo.