Carmen Raya Saavedra
El tomate y la sandia contienen licopeno, un pigmento vegetal que les da su color característico. Se engloba dentro de los carotenoides. Es un potente antioxidante que nos protege frente a diferentes enfermedades cardiovasculares: protege a las células humanas del estrés oxidativo, neutralizando a los radicales libres. Nuestro organismo no puede fabricarlo, por lo tanto solo podemos aportarlo mediante la dieta. Para facilitar su absorción, es recomendable consumirlo junto a grasas, como en este caso, que le añadimos aceite de oliva. El licopeno se halla en las paredes celulares del fruto, por eso se recomienda consumir el tomate cocinado: el calor rompe las paredes celulares. También es una buena opción triturarlo como en este gazpacho, ya que de igual modo rompemos las paredes celulares y facilitamos la absorción del licopeno.
Ingredientes:
(para 4 vasitos)
- 2 tomates grandes maduros (400g)
- 2 rodajas de sandía (400g)
- Aceite de oliva virgen extra
- Albahaca fresca (6-8 hojas)
- Pimienta
- Cúrcuma (1/2 cucharadita)
- Sal
Preparación:
Cortamos los tomates y la sandía para poder triturarlos, añadimos la albahaca, el aceite de oliva virgen extra, la cúrcuma, un poco de sal y pimienta al gusto y trituramos. Así de fácil. Podemos consumirlo directamente o dejarlo unas horas en la nevera para tomarlo bien frío. Ideal para tomar en cualquier momento del día.