Carmen Raya Saavedra
La Rúcula es una planta de la familia de las crucíferas (rábanos, brócoli…), originaria de la cuenca mediterranea, con un característico sabor amargo y algo picante. Como todas las crucíferas, es una buena fuente de minerales como el calcio, magnesio, hierro y potasio además de proporcionarnos vitamina C y pro-vitamina A. La combinación del hierro y la vitamina C hace que sea un vegetal con cualidades antianémicas puesto que la vitamina C ayuda en la absorción del hierro no hemo de los vegetales. Destaca además su contenido en isotiocianatos así como la interacción con otros compuestos fitoquímicos como fenoles y carotenoides que están relacionados con actividades tumoricidas, antimutagénicas y antidegenerativas. La rúcula, como crucífera que es, contiene también sulforafano, un compuesto que puede ayudarnos contra la bacteria Helicobacter puesto que en grandes cantidades es capaz de bloquear la enzima con la que Helicobacter neutraliza el ácido estomacal.
Ingredientes:
(para 2 personas)
- 80g de rúcula
- 60g de membrillo
- 30g de queso parmesano
- 40g de nueces peladas
- 130g de pera
Para el aliño:
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharaditas de miel
Preparación:
Primero preparamos el aliño mezclando en un vasito las 2 cucharadas de aceite junto con la cucharada de salsa de soja y la de miel. Reservamos.
Lavamos bien la rúcula y la pera, colocamos la rúcula sobre el plato, cortamos el membrillo a dados y lo colocamos sobre la rúcula, cortamos el queso parmesano y la pera en láminas finas y los añadimos al plato, añadimos las nueces y lo aliñamos.
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