Lara Gil Iglesias
Como ya os adelantamos en nuestra última publicación hoy os queremos enseñar a saber observar cuando un alimento de procedencia animal esta en perfectas condiciones para su consumo.
Huevos
1. El color de la cáscara puede ser blanco o de color más oscuro (dependiendo de la raza de la gallina).
2. Deben estar limpios, libres de heces de gallina o plumas.
3. La cáscara no debe tener ningún golpe ni grieta.
Carnes
El color de la carne, no viene únicamente determinado por su frescura, sino también por su origen y procedencia.
Es importante destacar que el color rojo intenso sólo se da cuando el animal está vivo y aún respira, ya que significa que aún llega oxígeno al músculo. En cambio, después del sacrificio, el color está entre rojo y púrpura, y a medida que va pasando el tiempo, va cogiendo un color más pardo, de modo que la refrigeración podrá estabilizar tanto el color como su degradación.
Pescados
1. Debe estar refrigerado y colocado en superficies inclinadas cubiertas de hielo.
2. En cuanto a su aspecto físico debemos fijarnos en:
- Ojos: Deben ser esféricos, transparentes, con la córnea limpia y sobresaliente. Si está aplastado, plano o cóncavo es que no es fresco, o incluso, está en mal estado.
- Agallas: De color rojo brillante en la mayoría de las especies, además de suaves y resbaladizas al tacto. Si se aprecia mucus es que está en mal estado.
- Cavidad abdominal: La capa que la cubre debe estar limpia, suave y retirarse con dificultad. En cuanto a la carne, los órganos y la sangre, la primera debe ser azulada y brillante y las demás de un color rojo intenso.
- Escamas: Deben ser abundantes, unidas entre sí y brillantes en la mayoría de las especies. Recién pescados resultan muy resbaladizos.
- Carne: Dependiendo de las especies tendrá un color u otro, pero si está fresco debe ser firme y elástica.
- Espina central: Debe ser transparente y romperse al intentarla separar.
3. Debe oler a humedad, agua marina o agua dulce dependiendo de su procedencia.