Los espárragos podemos consumirlos blancos o verdes según la forma de cultivarlos. Si se cubren de tierra, y quedan a oscuras hasta el momento de cosecharlos serán blancos y si se dejan crecer de forma natural al aire libre y con luz del sol, se ponen verdes.
Se trata de un alimento con un alto contenido en agua, poco calórico y con gran aporte de fibra.
En cuanto a las vitaminas, aporta cantidades importantes de vitaminas C y E. Los espárragos verdes son más ricos en vitaminas que los blancos (el tratamiento al que se someten los espárragos blancos para la preparación de conservas lleva una pérdida vitamínica añadida).
Además nos aportan b-carotenos (provitamina A) y luteína (carotenoide sin actividad provitamínica A), compuestos con actividad antioxidante y potenciadora del sistema inmune, así como pequeñas cantidades de fitoesteroles.
En cuanto a los minerales, destacar su contenido en hierro, seguido de fósforo y potasio, en pequeñas cantidades.
Por su efecto diurético (estimula la producción de orina en el riñón), el consumo de espárragos resulta beneficioso cuando existe retención de líquidos, pero debe consumirse con moderación en caso de trastornos renales (nefritis).
- 1 manojo de espárragos trigueros
- 1 ajo
- 1 cucharadita de harina
- caldo de pollo
- aceite de oliva
- sal
Para el caldo
- 3 zanahorias
- 2 patatas
- 2 puerro
- 2 pollo (muslo o contramuslo)
- agua
- sal
- hierba buena
Preparación
Caldo
Echamos agua fría en una olla y añadimos el pollo y la sal (de esta manera el pollo va soltando su jugo a medida que se va calentando el agua), cuando empiece a hervir añadimos las verduras y cerramos la olla. Dejamos cocer durante unos 12-15 minutos.