Carmen Raya Saavedra
Un huevo de gallina contiene unos 193 mg de colesterol y las recomendaciones dietéticas establecen no sobrepasar de los 300 mg diarios por lo que parece obvio que el huevo debería desterrarse a la lista de “consumo moderado”.
Es más, la mayoría de gente tiene grabado a fuego que no hay que sobrepasar de los 2-3 huevos a la semana porque contienen mucho colesterol.
Esto es debido a que en los años 60 diversos estudios científicos relacionaron la ingesta dietética de colesterol con altos niveles de colesterol en sangre y a su vez un elevado nivel de colesterol en sangre está relacionado con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, han pasado ya más de 50 años y la ciencia ha ido avanzando de modo que actualmente se conoce que una reducción del colesterol de la dieta no produce una reducción importante de los niveles de colesterol en sangre ni tampoco incide en la disminución del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
¿Significa esto que podemos comer cualquier alimento sin tener presente su nivel de colesterol?
No exactamente. Un alimento no tendrá efecto negativo aumentando la cantidad de colesterol en sangre siempre y cuando su perfil de ácidos grasos poliinsaturados/ácidos grasos saturados sea adecuado, como es el caso del huevo.
¿Os acordáis del post en el que hablábamos de que no todas las grasas saturadas son malas? Pues, aunque los motivos son distintos, es un poco lo mismo… Lo importante no es la cantidad de colesterol sino el alimento de donde proviene.
En definitiva, el huevo es un alimento natural, económico y accesible que nos proporciona proteínas de alto valor biológico, vitaminas y minerales. Además de dos carotenoides (luteína y zeaxantina) que intervienen en la salud visual reduciendo el riesgo de cataratas y de degeneración macular relacionada con la edad.
Así que… no os preocupéis por el número de huevos que tomáis a la semana siempre y cuando el resto de la dieta sea saludable y equilibrada.
Referencias:
- Moreiras O, Carbajal A, Cabrera L, Cuadrado C. Tablas de composición de alimentos. 17ª ed. Madrid: Ediciones Pirámide; 2015.
- Salas-Salvadó J, Bonada A, Trallero R, Saló ME, Burgos R. Nutrición y dietética clínica. 2ªed. Barcelona: Elsevier Masson; 2008.
- Ruiz MD, Torres RM. Tomo II: Composición y Calidad. En: Gil A. Tratado de nutrición. 2ª ed. Editorial Médica Panamericana S.A; 2010.