Bricks de pavo y parmesano

Belén Gil

Muchas veces, nos cuesta que los niños coman de forma saludable: la mayoría de padres trabajan fuera de casa toda la jornada, llegan cansados a la hora de la cena, tras los deberes, los baños y demás tareas…y se acaba cenando lo primero que se pilla de algún cajón del congelador. ERROR. Lo principal es no comprar comida precocinada, porque fijo, pero fijo, que tiraras de ella en muuuuchas ocasiones. Vale, y entonces os preguntaréis ¿que les doy que sea saludable, les guste y no me lleve más de 20 minutos hacerlo? Pues muy fácil: la receta que os proponemos hoy. Hecha con ingredientes de calidad, sin aditivos ni toneladas de sal o azúcar y cocinada en casa, ensuciando únicamente una sartén y un cazo pequeño y controlando temperaturas y tiempos…Allá vamos.

Ingredientes (para 16 bricks)

  • 1 paquete de hojas de masa filo
  • 2 pechugas de pavo deshuesadas y sin piel
  • queso parmesano reggiano en polvo
  • 4 zanahorias
  • aceite de oliva virgen extra

Preparación

Picamos las pechugas de pavo en un robot de cocina, y las dejamos con una textura finita, sin que llegue a ser un puré…para entendernos: como para unas croquetas de pollo. La retiramos del robot.

Ponemos en una sartén antiadherente un poco de aceite de oliva virgen extra, y cuando coja calor, sin llegar a humear, doramos las pechugas. Retiramos del fuego y las reservamos.

Extendemos las hojas de masa filo, y cortamos cuadrados de unos 10 cm de lado. En el centro de cada cuadrado, ponemos con una cucharita una bola de pechuga triturada y lo espolvoreamos con un poco de parmesano. Cogemos las esquinas del cuadrado de pasta y las juntamos todas en la parte superior. Las unimos con un palillo de madera.

Montamos los 16 «saquitos» y los reservamos.

Ponemos en un cazo pequeño, de los de calentar la leche, aceite de oliva virgen extra, suficiente para que cubra los saquitos. Lo calentamos, y cuando esté bien caliente, pero otra vez os decimos SIN QUE LLEGUE A HUMEAR, vamos introduciendo los saquitos, de uno en uno, ya que es «bañarlos», no hace falta dejarlos más de 30 segundos. La pasta es muy, muy fina, y con un golpe de calor, ya queda crujiente y bien cocida. Yo lo hago con la ayuda de unas pinzas: engancho el brick por el palillo, y lo mantengo cogido los 30 segundos.

Tendremos preparado un plato con un par de hojas de papel de cocina, e iremos depositando los saquitos fritos, para que suelten el aceite sobrante. Este paso es muy importante. No os lo saltéis, por favor. No hay nada más desagradable, en insano, que un frito nadando en aceite…¡por muy de oliva virgen extra que sea!

Preparamos en un plato unos palitos de zanahoria, y emplatamos 4 bricks por ración. De primero podemos preparar una sopa con caldo vegetal y pasta, y de postre una pieza de fruta. Cena completa, y en menos de 20 minutos.

Y es que no todos los fritos han de ir empanados, ni ser procesados…vamos a acostumbrar a los más pequeños a una cocina de calidad…con materias primas de las mejores.

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