Belén Gil
En estas fechas nos solemos hartar de pestiños, buñuelos, torrijas o rosquillos…fritos. No a todos nos sientan bien las frituras, y suelen representar un problema a la hora de realizar la digestión: pesadez, ardor, sensación de saciedad…
Pero claro, estamos en una comida familiar, todos atacan los dulces…¿y qué hacemos? Pues comer, aún sabiendo que nos va a sentar como un tiro.
Lo mejor es anticiparse a los problemas, y hornear estos deliciosos rosquillos de leche fresca, y tenerlos a mano junto al resto de dulces típicos. Como solemos deciros, siempre, siempre…hay una opción sana, solo es cuestión de buscarla…
Ingredientes (para 20 unidades)
- 75gr de mantequilla cortada a daditos
- 2 huevos
- 100g de azúcar moreno o panela
- 300g de harina de espelta
- 1 pellizco de sal
- 300g de leche fresca
- 10g de levadura química
Preparación
Precalentamos el horno a 180º.
Engrasamos un molde de rosquillos con un poquito de mantequilla, y reservamos.
Ponemos en un bol la mantequilla, los huevos, el azúcar, la harina, el pellizco de sal, la leche y la levadura y lo batimos todo bien, hasta tener una mezcla homogénea.
Vertemos la mezcla en los moldes y los metemos en el horno, durante 30 minutos. Los iremos vigilando, ya que cada horno es un mundo…
Los sacamos del horno, y los dejamos enfriar unos 10 minutos, antes de desmoldarlos.
Sanos, con ingredientes de calidad y horneados. Por un día ¿porqué renunciar a los dulces caseros? 😉
¡Feliz Semana Santa, Cocinillas!