Belén Gil
Los granos y semillas germinados, son bien fáciles de hacer en casa, y nos ofrecen todas sus beneficios, como «alimento vivo» que son. Es la forma más sencilla de aprovechar sus nutrientes.
Para germinar no hace falta contar con un equipo costoso o sofisticado: nos bastará un tarro de vidrio, una gasa limpia y un poco de cuerda o una goma «de pollo» de toda la vida.
Cómo germinar en casa
Buscaremos un lugar bien iluminado, pero sin sol directo. Pondremos en el bote de vidrio el grano o la semilla que vayamos a germinar: soja, lentejas, brócoli, garbanzos…, y lo dejaremos en remojo 12-24 horas, para iniciar su activación. (Proceso que os explicamos en un post sobre la activación de las legumbres).
Una vez activado el grano o la semilla, pondremos la gasa en la boca del tarro y lo sujetaremos con la cuerda o la goma. Volcamos el tarro en la fregadera para escurrir el contenido sobre la gasa, y de esta forma, la humedecemos (propiciando el ambiente de humedad que necesitará para crecer).
Añadimos agua limpia al tarro, y removemos bien, para aclarar el contenido, y volvemos a retirar el agua.
Ahora es cuestión de paciencia, y de seguir unos pasos a diario:
- Poner el tarro bocabajo y ligeramente inclinado, para que respire el interior y quede ventilado el contenido. Lo podéis depositar sobre un plato, y apoyado en la pared de vuestra encimera, junto a una ventana.
- Remojar bien, y aclarar el contenido, cada 12 horas, repitiendo para finalizar el paso 1
- Comprobar que la semilla o el grano, van germinando…
- Cuando veáis que ya tienen un buen trozo germinado, los aclaráis por última vez, y están listos para comer.
Los germinados que veis en la foto de la entrada, son semillas de brócoli. Tienen un sabor tirando a picante. Son muy buenos para comer solos, aliñados con un poco de aceite y sal, o bien añadir a ensaladas variadas. Eso ya, a gusto de cada uno….
Beneficios de los germinados
- Nos aportan un tipo de enzimas llamadas diastasas, ya que son semillas «vivas» en un momento de desarrollo a plantas, con lo cual, están en pleno proceso enzimático para realizar este cambio. Las diastasas son para entendernos, grosso modo, primas hermanas de las amilasas: las encargadas de hidrolizar los almidones.
- Se encuentran en un estado óptimo para que nuestro organismo los digiera mejor y aproveche todos sus nutrientes, ya que estos están siendo liberados de la matriz que los contiene. Los consumimos pre-digeridos gracias a la rotura de la matriz, ahorrándole a nuestro sistema digestivo parte de su trabajo.
- Nos ofrecen una buena cantidad de clorofila, con propiedades antioxidantes, capaces de frenar el avance de radicales libres.
¿Os animáis a germinar en casa? Venga, y después nos contáis la experiencia comentando aquí en el blog, o subiendo vuestras fotos a cualquiera de nuestras cuentas de redes sociales…