Belén Gil
Siento ser «aguafiestas», pero el tip o consejo más importante es : APRENDER A COMPENSAR. Frase que habréis escuchado hasta la saciedad -sobretodo si sois pacientes míos…-.
Vale, y os preguntaréis: compensar, sí…¿el qué?. Pues la ingesta calórica con el gasto energético.
Traduzco muy llanamente, simplificando al máximo: no comas más de lo que vas a «quemar». Es decir, que llega el día 25 y tienes comilona, pues desayuna ligero, haz una media mañana ligerita para no llegar canino a la comida y…disfruta de una buena mesa navideña con tus seres queridos. Obviamente, no meriendes y procura cenar ligero, si es que tienes hambre. ¿Te puedes saltar la cena? Es una buena opción: te plantas en un ayuno intermitente de 16 horas si desayunas al día siguiente tarde. Dejas respirar un poquito a tu sistema digestivo y consigues compensar la super ingesta de la comilona.
Que no eres capaz de compensar y tú eres de los de 5 comidas al día, caiga quien caiga: entonces tu tip o consejo deberá ser ESCOGER LA OPCIÓN SALUDABLE. Opta por los entrantes menos calóricos y más nutritivos: espárragos blancos, berberechos, aceitunas -con moderación-, jamón ibérico, un puñadito de cacahuetes, y huye de canapés, aperitivos de bolsa y hojaldres cargados de queso; si cocinas tú escoge primeros como el consomé con poca o ninguna pasta, ensaladas originales, o platos realizados con verduras como ingrediente principal; los segundos no tienen porqué desequilibrar el menú: pescados al horno o carnes magras guisadas; y aquí vienen las curvas: cuidado con los postres. No pasa nada porque te comas un par de trozos de turrón, o un mantecado, pero si juntamos tres trozos de turrón ( no vale probarlos todos), dos mantecados, un nevadito y un cortadillo de cidra con tres pestiños…pues para qué queremos más. Comer con cabeza. Cuesta, pero es posible, de verdad. Eso de «en enero empiezo dieta» no os lo creéis ni vosotros. Ni funciona, ni es la solución. Se trata de aprender a comer bien, y cualquier momento es bueno para empezar a ponerlo en práctica.
Tercer tip o consejo: LAS FIESTAS TIENEN SOLO 6 O 7 COMILONAS repartidas en 15 días. Limitaros a los días marcados…La cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la comida de Sant Esteva en Cataluña, la cena de Nochevieja, la comida de Año Nuevo y la comida de Reyes…y os dejamos el comodín de la cena de empresa. 7 comidas/cenas. No más. No vale ponerse en modo tragaldabas ON el día 22 de diciembre y pulsar el OFF el día 7 de enero. No cuela. El resultado suelen ser 2-3 kilos de más. No compensan, en serio.
No hay trucos mágicos, ni pastillas milagrosas (un bloqueador de calorías consigue «dejar KO» a unas 2.000 kcal, no sirve para 5.000), ni batidos depurativos, lo único que sirve en estos casos es COMER CON MODERACIÓN. Tampoco se trata de pasar hambre o ponernos restricciones absurdas: disfrutar de las fiestas, que comer es un placer.
MASTICAR BIEN, respirad…no es plan de engullir sin saber ni lo que estamos comiendo. Saboread lo que comáis. La ingesta será menor y disfrutaréis del momento.
CUIDADO CON LA BEBIDA. Si sois de los que regáis las comidas con bebidas alcohólicas, cuidadín: son calorías extras sin nutriente alguno. Igual que en el caso de la comida, pero con doble motivo: MODERACIÓN. Tanto por las calorías de más, como por el riesgo de un consumo de alcohol elevado. Aquí no hay excusas que valgan. Una copa de un buen vino para acompañar, sí; un vermut, dos copas de vino y otros tantos chupitos «digestivos» NO. Es un bulo absurdo y sin evidencia alguna, eso de que el orujo «ayuda a bajar la comida».
Desde el blog, os animamos a que disfrutéis comiendo, ¡pero siendo conscientes de lo que os lleváis a la boca!