Belén Gil
Estamos en plena temporada de brevas, hay que aprovecharla! Y ahora es cuando muchos os preguntáis: ¿pero son higos, son brevas, son lo mismo? Tranquis, es muy fácil: hay higueras que producen dos cosechas, es decir, son bíferas. La primera cosecha se da en primavera y en los meses de junio y julio, estas son las brevas. Son más grandes y no tan dulces como los higos, pero están igualmente deliciosas. La segunda cosecha se da en otoño, y estos son los maravillosos higos, un regalo de la naturaleza para el paladar! Las higueras comunes sólo producen higos en otoño, en una única cosecha.
Además de estar buenísimas, estas dos infrutescencias -son una flor fecundada, no un fruto- son ricas en vitamina C, provitamina A, vitamina B, antioxidantes y contienen minerales como el calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio. Por si esto fuera poco, son una fuente extraordinaria de fibra, esto es, prebióticos por un tubo!
Os sorprenderá lo bien que casan con el sabor de la crema de avena…pero de la avena hablaremos en otro post: tiene tantas cualidades que le haremos el honor de dedicarle una entrada a ella solita.
Ingredientes:
- 8 higos o brevas (depende de la temporada)
- 1 brick de crema de avena
- 1 pizca de canela
- menta para decorar
Preparación:
Lavamos y pelamos los higos que habremos tenido en la nevera, para servirlos fríos. Los partimos en dos mitades. Calentamos la crema de avena, sin llevarla a ebullición y le añadimos la canela. Removemos un poco para que la crema coja el aroma de la canela. Retiramos del fuego y se la echamos por encima a las mitades de higo frías, que en contraste con la crema caliente, están realmente deliciosas. Decoramos con la menta y servimos.
Un postre de verano fácil, nutritivo y riquísimo.
Nutri Cocinillas 