Lara Gil Iglesias
Hoy os traemos un entrante fácil de hacer, económico e ideal para acompañar cualquier plato, incluso es una manera diferente de tomar berenjenas que nos ayudará a que los niños prueben esta verdura.
La berenjena es un alimento rico en agua y carbohidratos, contiene en menor cantidad proteínas y grasas por lo que es poco calórica. Tiene propiedades diuréticas ya que aumenta la producción de orina estimulando la capacidad de filtración de los riñones, se aconseja su consumo en caso de litiasis renal (cálculos), edemas (retención de líquidos) e hipertensión arterial. Además es un excelente tónico digestivo, activa la función biliar, favoreciendo suavemente el vaciamiento de la bilis, así como la producción de jugo pancreático, se aconseja en personas con digestiones pesadas.
Ingredientes
- Berenjena
- Harina
- Sal
- Aceite de oliva
Preparación
Lavamos bien la berenjena y la cortamos en bastones, la ponemos en un bol, añadimos sal, tapamos con papel transparente y dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos. Esto hará que la berenjena suelte parte del agua y así no amarguen después.
Pasado ese tiempo las secaremos muy bien con papel absorbente (este paso hará que la capa de harina del rebozado sea más fina).
Un truco para no tener un exceso de harina en nuestro rebozado es utilizar una bolsa de plástico de cocinar. En ella introducimos un poco de harina y las berenjenas, sujetando el extremo removemos la bolsa y así lograremos una fina capa de harina en nuestras berenjenas.
Ahora ya están listas para freir en una sartén con aceite de oliva caliente, remover de vez en cuando y vigilar para que no se nos quemen.
Cuando estén listas retiramos en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite y…..¡a comer!.
Aunque no os gusten las berenjenas, preparadas así os encantarán, ¡están deliciosas!
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