Belén Gil
La receta de hoy es súper sencilla de preparar, pero creednos si os decimos que os sorprenderá! Es económica, está llena de nutrientes y además está buenísima! El calabacín posee múltiples propiedades, entre las que destaca su aporte de minerales: potasio, fósforo, magnesio y calcio son los más abundantes, pero también encontramos hierro, sodio, zinc, manganeso, selenio y cobre. Casi nada, eh? . Nos aporta fibra y muy, muy pocas calorías, ya que se compone de agua en un 95%. El aliño de limón nos proporcionará una buena dosis de vitamina C. Hoy lo vamos a preparar crudo, pero también es delicioso cocido al vapor o en purés.
Ingredientes
(para cuatro personas)
- 2 calabacines (no muy grandes, para evitar que las semillas del interior también sean muy grandes)
- queso parmesano en polvo
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- zumo de 1/2 limón
Preparación
Pelamos los calabacines y los cortamos a rodajas con la ayuda de una mandolina, para que queden bien finitas. Presentamos las rodajas en un plato y las aliñamos con el aceite de oliva, el zumo de limón y muy, muy poquita sal. A continuación, espolvoreamos el queso parmesano en polvo, y…listo! Fácil, verdad?
Como entrante en una cena es ideal: ligero, sano y muy sabroso. Podéis acompañarlo con una tortilla a la francesa de dos huevos y unos frutos secos de postre, y os iréis a dormir un poco más felices!