Belén Gil
La calabaza es una de las hortalizas más sabrosas y con más propiedades digestivas que tenemos. Actúa como un bálsamo de la mucosa gástrica, calmándola después de un episodio de irritación, como puede ser la típica gastritis vírica… Esto es debido a su contenido en mucílagos, un tipo de fibra que actúa como gel, y lubrica las paredes del estómago. También es destacable su contenido en beta-carotenos (le dan su característico color naranja-amarillento), vitamina C y cobre, que ayudan a reducir los posibles procesos inflamatorios que nos dejan las gastritis, como recuerdo durante unos días.
Su sabor dulce la hace agradable al paladar, y ahora que estamos en plena temporada de calabazas, no debemos desaprovechar la ocasión de consumirla.
La receta de hoy es fácil de elaborar, y se puede conservar en el frigorífico, en botella de vidrio durante una semana sin problema.
Es ideal como entrante en las cenas, acompañada de una ración proteica, como puede ser un pescado a la plancha, unos dados de soja o una tortilla de dos huevos. Se puede servir con ajos negros troceados, o bien espolvorearla con un poco de parmesano.
Ingredientes (para dos litros)
- 600g de calabaza, pelada y troceada
- 1 cebolla morada (60g apx)
- 1.300g de agua o caldo de verduras
- sal
- 20g de aceite de oliva virgen extra
Preparación
Pelamos y picamos la cebolla morada. Ponemos en una cazuela el aceite de oliva y doramos la cebolla, a fuego lento, durante unos 10 minutos.
Le añadimos los dados de calabaza y removemos bien. Agregamos el agua o el caldo vegetal y un pellizco de sal. Lo llevamos a ebullición, tapamos y dejamos cocer, a fuego lento durante 25 minutos.
Retiramos del fuego y lo trituramos, hasta dejar una crema fina. No es necesario pasar por el colador.
Emplatamos y servimos aderezada al gusto: con un poco de parmesano en polvo, unos ajos negros laminados o pimienta negra recién molida.
Excelente Gracias
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Gracias a ti!!
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