Belén Gil
A la hora de pensar en aperitivos, siempre nos vienen a la cabeza las mismas cosas: patatas/ganchitos/cortezas de bolsa, aceitunas rellenas, frutos secos fritos y salados…La publicidad hace bien su trabajo.
Para que no caigamos en guarrerías procesadas, os proponemos un aperitivo saludable, hecho en casa y nutritivo. Además, fácil de hacer. A los niños les encanta, y es una forma de incluir verduras hasta en los aperitivos. Es una opción equilibrada, que incluye hidratos de carbono de calidad, proteina de la mejor biodisponibilidad y una proporción de grasas vegetales y animales.
Ingredientes (para 4 personas)
- 8 rebanadas de pan de espelta (o de cualquier harina DE CALIDAD)
- 4 huevos de codorniz
- 1/2 calabacín
- 1 chalota
- queso emmental
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
Preparación
Ponemos agua en un cazo, y la llevamos a ebullición. Una vez que rompa a hervir, añadimos los huevos de codorniz. Los cocemos 3/4 minutos y retiramos del fuego. Los dejamos enfriar un poco, los pelamos y los reservamos.
Pelamos el calabacín y la chalota y los cortamos a dados pequeños. Si queréis , la cebolla la podéis rallar, para que no se note tanto (si tenéis niños, a veces cuesta). Ponemos una sartén al fuego. Cuando empiece a calentarse, añadimos un poquito de aceite de oliva virgen extra, y antes de que llegue al punto de humo, añadimos la cebolla. La doramos a fuego lento. Añadimos el calabacín, que se vaya pochando y nos suelte parte del agua. Para esto, subiremos un poco el nivel del fuego. Remover de forma constante, que no se os queme. Añadimos el queso emmental rallado, al gusto, pensando que no interesa que se haga un engrudo, es solo para darle un sabor más intenso al calabacín.
Cuando nos queda tipo «revoltillo», ligado pero meloso, lo salamos y retiramos del fuego.
Cortamos 8 rebanadas de pan y las tostamos ligeramente, que no queden demasiado duras, sino crujientes, pero tiernas en el centro.
Y procedemos a montar: en cada rebanada, añadimos con una cuchara un poco de revoltillo de verduras, y encima la mitad de uno de los huevos de codorniz. Lo espolvoreamos con un poco de pimienta negra recién molida. Emplatamos y servimos.
Listo, veréis que buenos quedan.