Belén Gil
Tal y como os hemos repetido millones de veces, la repostería mejor casera, peeeeeeero: de forma ocasional. Por muy casera que sea, no deja de ser un preparación con azúcares, cantidades nada despreciables de grasas y poco proteica. Nos sirve para darnos un capricho y evitar vivir «siempre a dieta», y tiene su sitio dentro de una alimentación variada, pero eso sí…cada 15 o 20 días como mucho.
Os proponemos un hojaldre comprado, elaborado con mantequilla (huid de los que llevan aceite de palma…camuflado bajo el precioso nombre de grasas vegetales…). La mantequilla es una grasa saturada, que podemos incluir en nuestra alimentación con bastante moderación ( este tipo de grasas no deben suponer más de un 10% de las grasas totales diarias). Además de proteínas, nos aportará vitaminas liposolubles.
Si sois cocinillas de pro, nada como el hojaldre hecho en casa.
Ingredientes (para 4 personas)
- 1 lámina de hojaldre elaborado con mantequilla
- 1 manzana granny smith
- 1 cucharada de sirope de ágave o de mermelada sin azúcar añadido
- 1 huevo
Preparación
Precalentamos el horno a 200º
Cortamos la lámina de hojaldre en dos mitades. Pinchamos el interior de la misma, para que no suba al hornearlo, dejando sin pinchar todo un marco alrededor (que interesa que suba).
Pintamos el marco con huevo batido.
Pelamos y troceamos en láminas finitas la manzana, y la vamos colocando en el hojaldre.
Horneamos durante 20 minutos, vigilando que no se nos queme el hojaldre. La manzana, si las láminas son bien finas, en poco más de 15 minutos está cocida.
Retiramos del horno y dejamos enfriar.
Antes de servirla, pintamos la manzana con la mermelada o con el sirope de ágave.
Ya veis que es una receta sencilla, con ingredientes naturales y evitando grandes cantidades de azúcares añadidos. Y está buenísima… 😉
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