Belén Gil
Los garbanzos los solemos acompañar de espinacas, en el mejor de los casos, y de chorizo…en el menos mejor.
¿Y porqué no acompañarlos de calabaza?. El contraste del sabor de esta legumbre, con el dulzor de las calabazas de temporada es espectacular…
Ingredientes
- 240g de garbanzos secos
- 250g de calabaza pelada a trozos
- 1 chalota
- 1 diente de ajo
- 1/2 calabacín
- salsa de tomate casera
- agua o caldo de verduras
- aceite de oliva virgen extra
- sal
Preparación
Pondremos la legumbre a remojo 24 horas antes, para activarla. Pasado este tiempo, la coceremos en una olla exprés, durante 30 minutos.
En una cazuela, pondremos un poco de aceite de oliva virgen extra, y doraremos a fuego lento la cebolla, pelada y picada bien fina. Cuando esté dorada, añadiremos el diente de ajo a láminas y el calabacín troceado en cubos pequeñitos, y la calabaza.
Daremos un par de vueltas con una cuchara de madera, para que el calabacín y los trozos de calabaza se impregnen del aroma de la cebolla pochada.
Añadiremos los garbanzos cocidos y previamente escurridos (desechamos el agua de cocción), junto con unas cuatro cucharadas soperas de salsa de tomate casera. Lo removemos un poco, y cubrimos con agua o bien con caldo de verduras.
Lo cocemos a fuego lento unos 20 minutos, para dar tiempo a la calabaza a estar tierna y a que los garbanzos cojan el sabor de las verduras del guiso.
Salamos al gusto y emplatamos. A disfrutar de un guiso hecho a fuego lento, que podéis guardar en la nevera tres o cuatro días sin problema. Un consejo: reposado, está más rico si cabe…
pide a voces mojar pan, 🙂
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Gracias! Nos alegra que te guste 🙂
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