Belén Gil
Que a todos nos encanta la pasta, no es ningún secreto. Y que los platos de pasta tienen fama de calóricos, tampoco. Pero esto último no tiene por qué ser del todo cierto. Si nos ceñimos a la pasta en sí, y la acompañamos de ingredientes ligeros, no debe darnos miedo comerla a menudo. En esta receta, os proponemos acompañar la pasta con nuestra salsa de tomate y unas gambas ya peladas. Los beneficios de las gambas, los tenéis en nuestra receta de spaghetti al nero di sepia . Para darle un toque diferente, añadiremos guindillas. ¿Os atrevéis?
Ingredientes
- 400gr de spaghetti (si son integrales, mejor)
- 200 ml de salsa de tomate casera
- 2 guindillas
- 200 gr de gamba pequeña pelada
- 100 ml de vino blanco
- aceite de oliva virgen extra
- sal
Preparación
Hervimos la pasta en abundante agua con sal, los minutos indicados en el paquete. Escurrimos y reservamos. Ponemos en una sartén un chorrito de aceite de oliva virgen extra, y salteamos las gambas con las dos guindillas, que previamente habremos machacado en un mortero. Añadimos el vino blanco y removemos hasta que reduzca el líquido resultante, y evapore el alcohol. Seguidamente le ponemos el tomate y lo ligamos todo bien. Ya podemos añadir la pasta reservada. Lo dejamos todo tapado y sin fuego, unos 10 minutos, para que la pasta absorba bien los aromas de la salsa y ¡listo! ¡Buen provecho!