Belén Gil
Muchas veces se nos acaban las ideas, a la hora de preparar platos para los más pequeños…¿cuantas veces tiramos del arroz con tomate y la pechuga de pollo a la plancha? ¡Muchas…ya os lo digo yo, por experiencia!
Hoy vamos a hacer algo diferente, con una presentación «de mayores», porque aunque son niños, también debemos cuidar el emplatado de las recetas: sí, es arroz con tomate y pollo, pero vamos a variar un poco la cocción, para hacerla más sabrosa y sobretodo, nutritiva. Veréis que receta más sencilla…y lo que les gusta!
Ingredientes
- 650ml de caldo de verduras
- 200ml de salsa de tomate casera
- 250g de arroz
- 350g de pechuga de pollo deshuesada
- 1 cuchadara de sobrasada
- 2 hojas de laurel
- 4 pellizcos de sal
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
- 1 pellizco de cayena molida (opcional)
Preparación
Ponemos en una cazuela el aceite de oliva y la sobrasada, y removemos con una cuchara de madera, hasta desmenuzarla bien. Le damos vueltas a fuego lento, para dorarla y que el aceite quede impregnado.
Añadimos el caldo de verduras, la salsa de tomate, la sal, la cayena en polvo (si los peques son de emociones fuertes) y el laurel y llevamos a ebullición.
Una vez empezado el hervor, añadimos el arroz y el pollo cortado a daditos. Lo removemos un poco, y cocemos tapado y a fuego lento, durante unos 12 minutos (o lo que nos marque el tipo de arroz que hayamos añadido).
Una vez cocido, apagamos el fuego y lo dejamos reposar un minuto.
Para emplatar, usaremos un molde rectangular o cuadrado: primero haremos una base con los trocitos de pollo, y a continuación, añadiremos el arroz, prensándolo bien, hasta que llegue a la parte superior del molde. Retiramos el molde con cuidado. Acompañamos con lechuga romana cortada bien pequeña.