Lara Gil Iglesias
Sabemos que tenéis el tiempo justo para este tipo de recetas y por eso veis más fácil ir al supermercado y comprar tomate frito envasado pero, lo que no sabéis vosotros, es que hacer tomate «frito» casero es más fácil y rápido de lo que os imagináis.
Aunque comúnmente lo llamamos «tomate frito» en este caso es mas adecuado nombrarlo como «salsa de tomate casera», ya que no es necesario freír con grandes cantidades de aceite nuestra salsa para obtener todo su sabor.
La mejor forma de hacer salsa de tomate es comprando bastantes tomates maduros pero en esta receta haremos la versión rápida comprando latas de tomate troceado o triturado.
Ingredientes:
- 2 botes de tomate troceado o triturado
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla mediana
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- Sal
- Azúcar o canela
Preparación:
Pela la cebolla y los dientes de ajo, córtalo en láminas y dóralo en una cazuela con un poco de AOVE , remueve.
Añade los botes de tomate troceado, un poco de sal y azúcar o canela (para reducir la acidez). Cocina a fuego medio unos 10-15 minutos. Prueba y rectifica de sal o azúcar si fuese necesario.

Por último tritura con una batidora o vaso batidor para obtener una salsa cremosa ideal para utilizar en cualquier receta como pasta, guisos, pizzas caseras…
Siempre podéis hacer mayor cantidad y conservar la salsa, en botes de cristal cerrados herméticamente, en vuestra despensa. Para ello debes llenarlos al máximo, cerrarlos herméticamente y ponerlos boca abajo durante, al menos, 24 horas (para que pierda el aire de su interior).